sábado, 15 de febrero de 2014

Día 4: Sol y agua

Estaba nublado, pero a pesar de eso ambos queríamos agua, nadar y mojarnos un poco, así que fuimos al Salto de la Moneda, que nos dijeron que era lindo lugar, y la verdad es que no nos mintieron para nada. 

Luego de caminar durante media hora, mas o menos, llegamos al Salto de la Moneda, una caída de agua de unos 12 metros de altura, que descansa en un pozo de 5 metros de profundidad, y todo esto rodeado de rocas y vegetación acorde al lugar, hermoso de verdad. El agua estaba helada, pero nos animamos a meternos igual y el sol dijo presente, pasamos una hermosa tarde. Nosotros de apurados no habíamos llevada nada para tomar ni nada para almorzar, pero nos encontramos con una pareja mayor oriunda de Córdoba que nos ofreció agua saborizada y una naranja, ellos nos habían cruzado en la ruta, a la altura de Achiras dos días antes, y el destino quiso que nos volviéramos a cruzar. Mas tarde llegaron Maka y Laura, dos huéspedes de la Guadalupe con los cuales entablamos amistad, ellos nos convidaron con empanadas, así que el almuerzo fue gratis ese día. A media tarde quisimos ir a conocer El Trapiche y La Olla, así que nos despedimos de nuestros amigos.  

Yendo para El Trapiche decimos seguir e ir hasta Los Siete Cajones, cuando llegamos nos avisaron que no nos metamos al agua porque el rió estaba crecido y se había transformado en un rápido bastante furioso, igualmente nos quedamos a las orillas, aprovechando el agua estancada y merendamos ahí. A la vuelta pasamos por la Olla, pero yo me empece a sentir mal, se ve que mucho sol de golpe me produjo dolor de cabeza y mareo, por lo cual descansamos un poco y cuando me sentí mejor seguimos para Potrero. 

Llegando a Potrero se me ocurrió ir a visitar el Monumento al Pueblo Puntano, lugar recomendado por mi mecánico desde que supo que iba a San Luis, asi que fui a ver como era, un lugar muy lindo, con mucha historia.

Cuando llegamos al hotel Maka se habia ofrecido para amasar pizzas para todos, una delicia, no dejamos nada, un clima espectacular, un ambiente de amigos, esa noche nos fuimos a dormir contentos, un poco melancólicos, porque era nuestra ultima noche en San Luis, al día siguiente partíamos para Uspallata. 








   

No hay comentarios:

Publicar un comentario